sábado, 25 de marzo de 2017

Tao

Hola a todos.
En esta ocasión tengo el gusto de hablaros de algo en lo que creo de verdad. Un camino. Una forma de vida. 
La palabra tao (chino simplificado y tradicional: 道, pinyin: Acerca de este sonido dào, difundida por el taoísmo, también se usa en el confucianismo, el budismo chan (zen en japonés) y en la religión china, con matices distintos en cada caso. Puede traducirse literalmente por ‘el camino’, ‘la vía’, o también por ‘el método’ o ‘la doctrina’. En el taoísmo se refiere a la esencia primordial o al aspecto fundamental del universo y del hombre, unión de pureza y claridad; es el orden natural de la existencia, que en realidad no puede ser nombrado, en contraste con las incontables cosas "nombrables" en las que se manifiesta. En japonés se le llama dō.

Fundamentación
Esta palabra tenía un significado espiritual y filosófico de «camino de la naturaleza» o «camino de los cielos». Las enseñanzas de sabios como Lao-Tsé y Confucio predicaban el abandono de nuestro propio camino para seguir, en su lugar, el «gran camino». El significado
del tao depende del contexto y puede usarse como término filosófico, cosmológico, religioso o moral. El sinograma que representa al tao es un ideograma que consta de dos partes: 首 (shǒu), ‘cabeza’ y 辶 (辵 chuò), ‘ir’
 En efecto, la parte superior representa a un rostro o cabeza y la parte inferior representa a un ser humano corriendo, en conjunto tal asociación ha significado camino o marcha (iter). El tao es el tema principal del taoísmo, pero el confucionismo también lo emplea como ‘el camino’ o ‘noble camino’ de conducta, pero de un modo diferente. Tanto su significado religioso como filosófico pueden verse desde dos puntos de vista: doctrinal o de discurso: manera coloquial de llamar a la ideología del tao basada netamente en los diferentes textos taoístas, siendo el principal de estos el Tao Te King de Lao-Tsé. el gran tao, fuente de orientación de todo proceso del universo más allá de que existe y no existe y anterior al espacio y el tiempo. El tao es el principio que ordena tras el incesante flujo de cambio, siendo así el origen de todo. Debido a esto, también es la constante que abarca todos los aspectos de la realidad, por lo que en este sentido se lo puede comparar con el concepto de Totalidad de la filosofía occidental, aunque en occidente se lo ha identificado con Dios (incluso en lo referente a la Santísima Trinidad), o con el concepto griego del logos o el hindú de Dharma. En ambos casos, el concepto totalizador del tao resulta servir para definir el llamado «orden natural» que el taoísmo propone como el funcionamiento armónico de la naturaleza, siendo así el tao el ejemplo a seguir que los taoístas toman para aplicarlo a los diferentes aspectos de la vida. La primera referencia al tao aparece en el Tao te ching de Lao-Tsé, en el que no se define concretamente lo que es y cuyo carácter metafísico fue único en la China de entonces. Sus enseñanzas, y las de su sucesor Chuang-Tsé, constituyen el taoísmo.

Características del tao 
Hay un flujo en el universo que se llama tao. El tao fluye lentamente, pero nunca para y es increíblemente poderoso, manteniendo las cosas del universo en orden y equilibrio. Se manifiesta a través de cambios de estaciones, ciclos vitales o mutaciones de poder u orden. El tao es la ley de todo. El que sigue al tao se hace uno con el tao. Además, conviene comprender el chi (término chino para ‘vapor, aliento o energía’), porque el chi y el tao van de la mano, ya que el chi es la energía que circula en el universo, por lo que se puede decir que el tao es flujo de chi. El concepto del tao se basa en aceptar que la única constante en el universo es el cambio y que debemos aceptar este hecho y estar en armonía con ello. El cambio es el flujo constante del ser al no ser, de lo posible a lo real, yin a yang, femenino a masculino. El símbolo del tao, llamado Taijitu, está constituido por el yin y el yang confluyendo en un círculo.

Tao en el Dao De Jing
Existen al menos tres traducciones directas del chino: la de Carmelo Elorduy, la de Iñaki Preciado Idoeta y la de Anne-Hélène Suárez. La que se cita a continuación es la de Iñaki Preciado:

 El Tao que puede expresarse
no es el Tao permanente.
El nombre que puede nombrarse
no es el nombre permanente.
El no-ser es principio del Cielo y de la Tierra;
el ser, de los infinitos seres es madre.
Por eso con el permanente no-ser
se contempla la esencia escondida (del Tao);
con el permanente ser
se contemplan meros indicios del Tao.
Estos dos (no-ser y ser) tienen el mismo origen
aunque diferentes nombres;
tanto al uno como al otro puedes llamarlos misterio.
Misterio de los misterios
llave de toda mudanza.
Lao Tse, Tao Te Ching

Esto es todo por ahora. 
Mis mejores deseos para todos. Os deseo lo mejor.
Hasta la próxima!!!

Alberto Hidalgo.