viernes, 11 de octubre de 2019

Kokoro en Argentina


Hola a todos.
Soy Alberto Hidalgo y os doy la bienvenida a mi blog.
En esta ocasión os voy a hablar de mi último, hasta ahora, proyecto realizado.
A finales del mes de Septiembre viajé a Argentina a rodar una película.
El cine argentino está engendrando un proyecto muy hermoso y yo he tenido el privilegio de formar parte de este.
Me refiero a Kokoro y el viento del otoño, una película de romance y acción donde la filosofía oriental tiene una importancia protagónica.
Después de un viaje de más de dieciséis horas hice pie en Buenos Aires, américa del sur.
Esta tierra de amables gentes y bellas mujeres, como una madre, me acogió en su seno y me dio de mamar sin preguntar.
Desde el primer momento se me trató con mucha atención y cuidados.
Nada más bajar del avión se me esperaba en la zona de llegadas. Tras las presentaciones oportunas subimos en un coche que aguardaba mi llegada con su chófer al volante y se me hizo un recorrido por la capital argentina. Las calles de la imponente ciudad se me presentaban con todo el aspecto de una capital europea. El imperialismo y la magnitud de sus edificios hablan de una historia y un pasado glorioso, que debido a la mala praxis de sus dirigentes, mantienen a día de hoy a su pueblo en un estado de relativa pobreza e incertidumbre que no se merecen.
Los argentinos, a mi modo de ver, son honestos y generosos. Una nación inmensa y maravillosa, rica y bella, impresionante y cálida.
Después de comer viajamos a la ciudad en la que se iba a proceder a filmar mi participación en la película, esa era Mar del Plata.
Mar del Plata, una ciudad de costa a orillas del atlántico sur, brillante y acogedora, llena de vida y vitalidad.
Una vez alojado bajamos y cenamos en un excelente buffet de carne argentina llamado Los garcía donde acabé tan lleno que terminada la cena no me podía ni mover.
La carne de ternera en argentina es gloria bendita. Y eso que al parecer el producto de mayor calidad al respecto es exportado. Pero lo que yo comí allí a nivel de carnes, me pareció digno de un banquete real.
Tras la primera noche dio comienzo el rodaje de mi participación en la película, ya que esta como tal llevaba en marcha varias semanas.
Rodábamos todos los días de manera sistemática haciendo infinidad de planos y de repetición de tomas.
El trabajo fue duro y esmerado pero el resultado seguro que hace que haya merecido la pena.
La mayor parte de los días se grabó en horario diurno. Hubo tardes que libré y tuve ocasión de disfrutar de las actividades que la ciudad ofrecía. El resto del tiempo lo pasé trabajando.
Tuve ocasión también de sacarme una nueva graduación en artes marciales ya que entre el elenco del rodaje había auténticos maestros en artes marciales con los que pude entrenar, aprender de ellos y cambiar impresiones.
La historia de la película nos habla de Alex, un hombre de espiritualidad brillante que va a ser elegido por una organización internacional de sabios como Kokoro (corazón en japonés) por su calidad humana. La mujer a la que ama sufre un accidente que la deja en coma y Alex se ve envuelto en una espiral de autodestrucción y venganza de la que tendrá que aprender a salir.
Una historia hermosa de amor y dolor en la que la espiritualidad forma un papel importante.
Tras varios días de rodaje se hizo una rueda de prensa en el salón de actos del hotel donde anduvimos hablando de ciertos aspectos del film sin desvelar nada trascendente.
El rodaje continuó sin complicaciones y a pesar de las escenas de lucha nadie sufrió ningún tipo de lesión importante.
De Argentina puedo resaltar, bajo mi humilde opinión basada en mi experiencia personal, es una tierra muy rica y hermosa pero muy mal llevada por sus líderes políticos. Sufre los mismos males sociales que España (por qué será...) que corrompen y perjudican a millones de honrados argentinos, los cuales ya están hartos.
Las mujeres de allí son muy hermosas, atractivas y cálidas. La amabilidad en general que se tuvo conmigo hizo que mi estancia fuera aún mejor.
La comida es excelente. Para un español medio no se echa en falta nada. Viven de forma muy similar al modo de vida que hay en España.
El mate (té argentino), esa tan famosa bebida y su particular modo de servir y consumir, es un aspecto cultural muy interesante y punto de cohesión entre ellos con lo que se socializa y se reafirman la relaciones personales.
Con la gente que estuve no puedo más que tener halagos para ellos. Se me trató como a un marqués, como a una estrella de cine y también como a un hermano.
Generosidad y hospitalidad son los adjetivos más exactos para definir el trato recibido allí.
Tras mi participación en el rodaje regresé a Buenos Aires para coger el avión de regreso.
El rodaje de la película continúa. En unas semanas habrá finalizado y se procederá a la post-producción donde se realizará el montaje y se le añadirá la banda sonora.
Por mi parte ya se ha tirado la piedra al lago. Ahora solo me queda esperar ver hasta dónde llegan las ondas que esta produce.
Que Dios bendiga este proyecto y a todos los que hemos formado parte de él.
Y eso es todo por ahora.
Gracias por leer mi blog.
Mis mejores deseos para todos.
Hasta la próxima!

Alberto Hidalgo.