Hola a todos!
Soy Alberto Hidalgo y os doy la bienvenida a mi blog.
En esta ocasión quería reflexionar sobre lo importante que es hacer lo que más te gusta y disfrutar de aquellos momentos mágicos.
Normalmente y a pesar de residir en Asia, por motivos de trabajo tengo muy poco tiempo para disfrutar del placer de viajar y descubrir cosas nuevas.
Este año y debido en parte a los disturbios que han azotado a la ciudad de Hong Kong, hice un pequeño viaje de dos semanas por la China continental.
Allí, como siempre que he ido, he descubierto lugares nuevos llenos de belleza y encanto.
En China se puede encontrar cualquier cosa que se busque. Si sabes buscar.
En mi caso disfruté visitando las ciudades de Guangzhou, Foshan, Zhuhai y también la ex colonia portuguesa de Macao.
Estuve en templos sagrados, grandes montañas, frondosos bosques de exuberante vegetación, museos dedicados a las artes marciales, sobre Wong Fei Hung y Yip Man, visité la casa familiar de Bruce Lee en Guangzhou, hice un combate contra un maestro de Wing Chun y después nos hicimos amigos y nos fuimos juntos a cenar, contemplé la grandeza de las ciudades y de los paisajes naturales, recorrí buena parte de la región de Guangdong y me mezclé con sus gentes.
En China todo se hace a lo grande.
Redescubrí un país milenario tan rico y espectacular como solo los chinos serían capaces de crear.
La amable sonrisa de la gente al pasar, su forma de vida y sus costumbres me hicieron disfrutar de una experiencia maravillosa.
El delicioso aroma de los puestos callejeros de comida de diferentes tipos con su infinita variedad. El caos organizado de sus ciudades. Es envidiable el patriotismo que hay en China, ese respeto a su origen.
Los chinos son un pueblo orgulloso de sí mismos y respetuoso hacia su cultura, sus mayores y sus antepasados.
Quizás a pesar de estar tan cerca y debido al ruido de los coches y la velocidad de la cuidad, desde Hong Kong no suelo percibir tan bien todo esto.
En Foshan, por ejemplo, la tradición milenaria sigue muy viva y puede palparse en cualquier rincón.
El cuidado de sus parques, la belleza de los paisajes, el respeto a la fauna y la flora es algo que no recuerdo haber visto cuando vivía en Europa.
Quizás sea aquí realmente mi lugar especial en el mundo.
Marco Polo dijo una vez haber encontrado el paraíso terrenal frente a las costas de China.
Quizás también sea para mí este mi paraíso terrenal.
Realmente soy feliz en este lugar.
Por eso oso digo que, si bien es cierto, respetable y admirable el esfuerzo y sacrificio por las obligaciones y deberes, ejercicio que personalmente hago continuamente, también es maravilloso tener la ocasión de disfrutar de aquello que más te gusta.
Cuando se ama algo cualquier ocasión es buena para disfrutarlo, aunque de por medio haya un intervalo de meses o de años.
Volver será siempre como volver a casa.
Por eso os recomiendo que sigáis vuestros sueños y nunca os rindáis.
Nunca se sabe que depara el futuro y que cosas maravillosas os quedan por hacer.
Mis mejores deseos para vosotros.
Espero que os guste la presente entrada.
Hasta la próxima!
Alberto Hidalgo.
Soy Alberto Hidalgo y os doy la bienvenida a mi blog.
En esta ocasión quería reflexionar sobre lo importante que es hacer lo que más te gusta y disfrutar de aquellos momentos mágicos.
Normalmente y a pesar de residir en Asia, por motivos de trabajo tengo muy poco tiempo para disfrutar del placer de viajar y descubrir cosas nuevas.
Este año y debido en parte a los disturbios que han azotado a la ciudad de Hong Kong, hice un pequeño viaje de dos semanas por la China continental.
Allí, como siempre que he ido, he descubierto lugares nuevos llenos de belleza y encanto.
En China se puede encontrar cualquier cosa que se busque. Si sabes buscar.
En mi caso disfruté visitando las ciudades de Guangzhou, Foshan, Zhuhai y también la ex colonia portuguesa de Macao.
Estuve en templos sagrados, grandes montañas, frondosos bosques de exuberante vegetación, museos dedicados a las artes marciales, sobre Wong Fei Hung y Yip Man, visité la casa familiar de Bruce Lee en Guangzhou, hice un combate contra un maestro de Wing Chun y después nos hicimos amigos y nos fuimos juntos a cenar, contemplé la grandeza de las ciudades y de los paisajes naturales, recorrí buena parte de la región de Guangdong y me mezclé con sus gentes.
En China todo se hace a lo grande.
Redescubrí un país milenario tan rico y espectacular como solo los chinos serían capaces de crear.
La amable sonrisa de la gente al pasar, su forma de vida y sus costumbres me hicieron disfrutar de una experiencia maravillosa.
El delicioso aroma de los puestos callejeros de comida de diferentes tipos con su infinita variedad. El caos organizado de sus ciudades. Es envidiable el patriotismo que hay en China, ese respeto a su origen.
Los chinos son un pueblo orgulloso de sí mismos y respetuoso hacia su cultura, sus mayores y sus antepasados.
Quizás a pesar de estar tan cerca y debido al ruido de los coches y la velocidad de la cuidad, desde Hong Kong no suelo percibir tan bien todo esto.
En Foshan, por ejemplo, la tradición milenaria sigue muy viva y puede palparse en cualquier rincón.
El cuidado de sus parques, la belleza de los paisajes, el respeto a la fauna y la flora es algo que no recuerdo haber visto cuando vivía en Europa.
Quizás sea aquí realmente mi lugar especial en el mundo.
Marco Polo dijo una vez haber encontrado el paraíso terrenal frente a las costas de China.
Quizás también sea para mí este mi paraíso terrenal.
Realmente soy feliz en este lugar.
Por eso oso digo que, si bien es cierto, respetable y admirable el esfuerzo y sacrificio por las obligaciones y deberes, ejercicio que personalmente hago continuamente, también es maravilloso tener la ocasión de disfrutar de aquello que más te gusta.
Cuando se ama algo cualquier ocasión es buena para disfrutarlo, aunque de por medio haya un intervalo de meses o de años.
Volver será siempre como volver a casa.
Por eso os recomiendo que sigáis vuestros sueños y nunca os rindáis.
Nunca se sabe que depara el futuro y que cosas maravillosas os quedan por hacer.
Mis mejores deseos para vosotros.
Espero que os guste la presente entrada.
Hasta la próxima!
Alberto Hidalgo.
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