Hola a todos!
Soy Alberto Hidalgo y os doy la bienvenida a este blog.
Rumanía, finales de julio.
Nos encontrábamos paseando por las tranquilas calles de Alba Iulia, hermosa ciudad de origen romano, clásica, elegante y llena de cultura y tradición.
En la noche, con un encanto diferente al día, recorrimos sus calles disfrutando del ambiente, sus sabores y su color.
La vieja Europa y su magia. Una Europa aún auténtica, sin adulterar, por lo menos lejos de otros lugares que ya han perdido su identidad, carácter y presencia.
Paseamos tranquilos, cogidos de la mano. Todavía su tacto me estremece.
Paseamos como si fuéramos uno. Como adolescentes.
Las estaciones y los meses pasan tan rápido. La tierra ya ha dado poco más de una vuelta completa y la magia sigue intacta, como el primer día.
Es hermoso y más teniendo en cuenta que desde hacía algún tiempo ya no esperaba más de la vida.
Ansiaba la llegada de la parca en un mundo, para mí, vacío y sin encanto. Me sentía como Lázaro, hasta que llegó a mi vida y entonces todo cambió.
El destino, la divina providencia nos hizo cruzarnos cuando ambos caminábamos sin rumbo y juntos aprendimos a disfrutar de las cosas que hacen que la vida valga la pena.
Desde entonces caminamos a la par.
Desde entonces he vuelto a nacer, a sentir. Es como si en cierta medida hubiera rejuvenecido, como si en cierto modo volviera a ser joven.
Es hermoso cuando recibes lo mismo que das. Es hermosa la compañía auténtica. Un alma sincera.
Mi compañera.
Paseamos sin rumbo por la cuidad, disfrutando del ambiente, sus sabores y su color.
Después del paseo volvimos a nuestro alojamiento.
Después de eso ...
Espero que haya sido de vuestro agrado.
Hasta la próxima!
Alberto Hidalgo.
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